Chiclayo
Este fue el destino más al norte
que visite, y aun así quedo mucho por visitar. Salí hacia Chiclayo desde Trujillo
con el interés de visitar la tumba del señor de Sipan y Lambayeque, pero en
esta ocasión lo hice con mi amiga Yohana que conocí en Trujillo y que me acompaño
y guio hacia Chiclayo, con ella conocí la chica jora, a pagar mas barato por
los taxis y a no hablar en lugares claves para que mi acento Panameño no se
percibiera y lograra precios de los locales.
Nuestro primer movimiento fue
visitar el museo que contiene los restos encontrados del señor de Sipan, en él
se mostraba todas las riquezas encontradas en la tumba y muchos otros detalles,
lo único que no me agrado tanto fue el hecho de no poder fotografiar en el
interior, ya que eran maravillas dignas de ser recordadas en el futuro. A
diferencia de lugares como el Cusco aquí el turismo es realizado mas por
personas locales que por extranjeros, en mi grupo donde me toco entrar era el único
extranjero.
Nuestro segundo movimiento fue
tomar un bus hacia Lambayeque, era un transporte pequeño pero que nos llevo una
gran distancia por solo un sol (moneda peruana), y en Lambayeque tomamos un
pequeño taxi estilo motocicleta modificada hasta el sitio arqueológico donde se
despliegan una gran cantidad de estructuras de origen Moche. Un pequeño museo
en la entrada y al fondo una montaña sagrada rodeada de pirámides de barro que
parecen montañas erosionadas por diferentes arremetidas del fenómeno del niño,
a primera vista no te parecen pirámides, pero una ves entras al complejo y
subes las montañas y desde lo alto ves sus formas geométricas que les delatan su
origen humano. En los alrededores de estas una gran cantidad de desechos de conchas
y otros animales marinos que revelan la rica dieta en mariscos que tenían los
pobladores Moche, lastimosamente no se podía entrar a lugares en donde estaba
algunos grabados de pintura en relieve de barro por trabajos de mantenimientos
y restauración, pero se podía de lejos observar que los patrones de colores se mantenían
muy similares a los vistos en la huaca del sol y la luna en Trujillo.
Nuestro ultimo movimiento fue
visitar el Museo Arqueológico Nacional Bruning, llamado así en honor a un extranjero
que se enamoro de la región y que realizo importantes estudios en el área y
levanto mucha información tanto fotográfica como datos e información de las
culturas que aquí habitaron. Este museo es una maravilla, te permiten
fotografiar el interior, o al menos ese día si, contiene momias de origen
Moche, alfarería de origen Chimú, cultura que logro dominar la zona
posteriormente al periodo Moche entre otros. Llama mucho la atención la exposición
de piezas de láminas de oro que tienen, mascaras, pendientes, brazaletes,
distintos adornos del vestuario etc, una demostración de la gran capacidad técnica
en la orfebrería de estos pueblos, además de su habilidad textil que también es
representada. Sin más que decir aquí las imágenes, más de ellas las puedes
encontrar en:
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