Hostal la Aldea, San José, Costa Rica
Después de
haber buscado un hostal durante un buen rato de caminata en las calles de San José,
en las áreas próximas a la terminal de Tica Bus, justo cuando ya la luz del día
casi desaparecía encontramos el hostal
la aldea, uno lugar muy especial, con detallitos especiales que lo convierten
en un lugar interesante.
Primer día, uno de los dormitorios con espacio para
8 personas solo lo ocupábamos 5 individuos, de los cuales 4 éramos panameños, uno
era atleta que viajaba para una maratón, el otro era surfer y que tenia muy
buenas historias de sucesos de cruce de fronteras, otro era un alemán que
esperaba moverse isla del coco una isla que se encuentra muy adentro en el
pacifico, pero que aun así pertenece a Costa Rica, Mary y yo, simplemente dos viajeros que
buscaban conocer parte de Centroamérica aunque sea por un poco tiempo, luego
llegaron dos más.
El lugar era acogedor, todas las características
de un buen lugar y todas las facilidades, incluyendo cocina y bar, además de un
restaurante en la parte exterior, la gente era muy gentil, pero había algo en
el ambiente que percibías sin ver y que te hacia caminar deprisa en los rincones
poco iluminados, quizás su aire de estructura de otra época, quizás sus colores
grises en la parte superior, o las tarde lluviosas y frías desde la perspectiva
de un panameño. La primera noche, al dormir un sueño extraño tuve, lo q lo hace mas extraño es que suelo
recordar muy poco lo q sueño, en cambio este fue muy vivido. Un detalle que llamaba la atención era que el
lugar a pesar de ser muy iluminado tenía muchos rincones oscuros, pero yo no podía
ver más que eso, mi sentido del mundo espiritual esta levemente más
desarrollado que el de un pedazo de piedra. Aquí adjunto unas imágenes de lo
que les hablo
Mary sin embargo percibía otras cosas mucho mas
especificas, uno de los días tuvo la necesidad de salir del dormitorio y se sentó
en un lugar cómodo del pasillo en una silla particularmente redonda, con un diseño
especial y que se encuentra frente a un dibujo que al mirarlo pareciera que te
estuviera mirando de una forma extraña, estando ahí escucho que alguien subía
por las escaleras, pero no se veía nadie, ella decidió tomar su cámara y tiro
una fotografía del lugar donde percibía que venían los sonidos, cuando ella me
mostro la foto desde su cámara definitivamente llamo mi atención lo que parece
verse, el juego de luces del pasillo parecen proyectar la imagen de una
silueta, pero que una de sus parte interfiere a la luz que se encuentra atrás en
la pared, muy interesante imagen.
Seguimos en nuestro viaje por Centroamérica,
pero al regreso decidimos volver a quedarnos en el hostal, en esta ocasión justo cuando nos dirigíamos al
dormitorio Mary caminaba unos cuantos pasos delante de mí, cuando
repentinamente se voltea y me dice, porque me tocas así la cabeza… traigo las manos ocupadas como puedes ver le
digo, y es que ella sintió claramente el toque de alguien en la parte posterior
derecha me comento, pensó que fui yo porque eso ya lo había hecho muchas veces…
pero esta vez no lo fui. Proseguimos nuestra estadía normal y compartimos parte
de historias de nuestro viaje con otra viajera q venia de México, muchas
historias tristes, sorprendentes, que indignan y que nos hacían remontar a
otros tiempos mejores, así fue nuestro intercambio historias con ella, pero no sabíamos
que era alguien ligado a los estudios de la metafísica. Algunas horas después,
nos sentamos en el mismo puesto de forma redonda a analizar el lugar sin ningún
tipo de propósito, y se nos acerco la viajera mexicana junto con otro chico y
nos comenta que el lugar es especial, que en el hay una presencia y que la
noche anterior un ente se le acerco a ella en su cama y la abrazo, lo
identificaba ella como un individuo varón que vivió en esa casa, Mary me miro y
sonrió, me dijo vez!.
Esa noche me acosté
y dormí como piedra, Mary sin embargo la describe como una noche
particularmente oscura, en el interior a pesar de estar en de centro de la
ciudad la luz solo la percibes fuera de la ventana, la describe como una noche
de las más oscuras de los días de nuestra estadía, se despertó exactamente a
las 3 de la mañana, la luz de los pasillos estaban apagadas porque ninguna luz
pasaba debajo del espacio entre la puerta y el piso, sin embargo ella escuchaba
que en la escalera, que era de madera, alguien subía y volvía a bajar, como si
estuviese muy preocupado, me escuchaba a mi moverme y dar vueltas en la parte
superior del camarote por lo que pensó que estuve muy despierto y que también escuchaba.
Tal actividad en la parte exterior del dormitorio me dice Mary que tardo toda
la madrugada. En sus instantes de sueño sonaba con la familia que habito la
casa, una mujer molesta porque ella estuviera hay y que pensaba en atacarla
mientras su esposo la detenía, dos niños pequeños eran parte de la familia observaban
mientras que el resto de los huéspedes corrían por todos lados para ponerse a
salvo. Otra series de detalles ocurrían en los sueños de Mary, pero eran cosas que
solo ella tiene los detalles de lo que sucedió
con precisión y que a nosotros solo nos queda entender que hay lugares
especiales en este mundo, y que la vida y la muerte son cosas mucho más amplias
de lo que percibimos en nuestra relativa existencia.
En definitiva, un lugar muy interesante, pero
que solo lo pueden conocer en su totalidad personas especiales que seguramente
yo no represento, pero que me alegra que Mary me las comparta.
Saludos…..!!
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