Bethel -Corozales (Frontera Guatemala-México)
Solo una fotografía me dispuse a tomar durante este
interesante tramo que permite ir directame desde Flores (base para visitar Tikal)
a Palenque, asi que preferi incluir una del destino y otra del origen para ilustrar un poco mejor.
Aunque era muy atractivo atravesar Belice para
llegar a Chetumal, a territorio Mexicano, los costos de visado que exigen
los de Belice a los de Panamá me parecía excesivo. También era poco atractivo
tener que volver a la ciudad de Guatemala para llegar a San Cristóbal de la Casas
o a Tapachula que son las rutas más habituales
porla gran distancia que tenía que recorrer por tierra, además de que envolvía
una pérdida de tiempo considerable. No fue difícil decidirme por tomar la ruta
que me llevaba a Bethel, me advirtieron que si no tenía problemas con caminos
de tierra entonces no tendría problemas, obviamente un individuo de mi tipo no
tiene problemas con ese tipo de ambigüedades y fue fácil decidirme.
Un colectivo publico me llevaría hasta el pequeño
pueblo ubicado en las orillas del rio Usumacinta, saldría
a las 5:00 AM desde Flores. El inicio del viaje fue un poco desalentador, el autobús
era algo incomodo y estaba muy lleno de
pasajeros, aunque para mi y Mary nos tenían reservados los puestos. Mi subconsciente
capto detalles que mi consiente optimista ignoro, pero que no lo descubriría sino
unas hora después. Se inicia el recorrido más tarde que lo esperado, el
colectivo recorre los rincones no turísticos de Flores y toma el camino a su
destino, aunque lo hace lentamente y con continuas paradas sobresaturando el
bus, muy parecido a Panamá.
A medida
que avanza vamos dejando atrás poblaciones, cada vez mas rurales, y nos
adentramos en el camino de tierra, suelo rojizo y lagunas rodean el camino, estábamos
atravesando el Peten, yo esperaba observar una selva densa y frondosa, si había
pero muy a la distancia, alrededor del camino se observa solo desolación,
pastoreo y cultivos de maíz. Poco a poco la sobresaturación de bus baja y en
una recta en medio de la nada alguien pide detener el auto, aproximadamente
unos 15 hombres se bajan y el bus prosigue, fue entonces cuando mi caí en
cuenta, el acento cubano, la forma de vestir y los temas de conversación del
bus no correspondían a un guatemalteco común,
mucho menos del Peten.
Eran inmigrantes ilegales que fácilmente podrían haber hecho un motín en el bus (razón de no tomar fotos ni hacer saber que soy foráneo), aunque decir esto es muy excluyente lo cierto es que entre los inmigrantes hay muchos que huyen de la ley, o personas de mala vida buscando una buena, pero q a veces olvidan dejar la mala, hay que aclararlo, mucha personas buenas cruzan la frontera de forma ilegal, pero o como foráneo no estoy dispuesto a tomar riesgos así que deje mi cámara en reposo total en este trayecto, ya que el aparato bien podría resolverle un día a cualquiera.
Eran inmigrantes ilegales que fácilmente podrían haber hecho un motín en el bus (razón de no tomar fotos ni hacer saber que soy foráneo), aunque decir esto es muy excluyente lo cierto es que entre los inmigrantes hay muchos que huyen de la ley, o personas de mala vida buscando una buena, pero q a veces olvidan dejar la mala, hay que aclararlo, mucha personas buenas cruzan la frontera de forma ilegal, pero o como foráneo no estoy dispuesto a tomar riesgos así que deje mi cámara en reposo total en este trayecto, ya que el aparato bien podría resolverle un día a cualquiera.
A pesar
de parecer un lugar remoto, hay un servicio internacional de aduana, la persona
que me atendió me dijo que es sumamente extraño ver panameños cruzando ese
punto (eramos el tercero y cuarta que él conocía en su tiempo de servir
en la aduana)
A pocos kilómetros
ya estábamos en bethel, cambistas de dinero te ofrecen sus servicios, en ese
momento yo solo quería hacer rápido el cruce Corozales, una lancha nos hizo el
cruce. La aduana mexicana nos recibe y hacemos el trámite para luego iniciar el
viaje hasta Palenque a más de 120 Kilómetros desde corozales
El viaje inicia nuevamente, pero en esta ocasión
el bus era una pequeña combi, la cual también se abarroto de pasajeros de forma
rápida (la mayoría inmigrantes ilegales), y que atravesaría parte de lo que una
vez fue la selva lacandona, que al igual que el peten está perdiendo territorio
a manos de la desforestación indiscriminada, pasamos puestos de control militar
donde extrañamente yo era el único que era requisado.
Se notaba que el conductor preguntaba
continuamente a los vehículos que venían en dirección contraria algo, y estos
le respondían de forma tranquilizadora, repentinamente a eso de unos 40 Kilómetros
del destino un microbus de la policía intercepta a la combi en que viajaba, los pasajeros inician una estampida donde
dejaron todas sus pertenencias y tomaron el primer camino que los aparto de la
carretera hacia la selva. Tres agentes de la policía de migración mexicana someten
en preguntas al conductor del bus, luego se dirigen a nosotros y nos piden
documentos. Revisan exhaustivamente el pasaporte y el ticket de migración y me
preguntan mi destino, todo en orden y me dan la bienvenida a México, mientras
se alejan dejando amenazas legales y advertencias al conductor mientras él se
justifica que se detuvo antes porque le iban a romper los vidrios del bus
(comprensible desde mi punto de vista, pero no era cierto), el viaje hasta Palenque
fue normal el resto del camino.
Al bajar en Palenque mire la parrilla de bus,
estaba lleno de las pertenencias de los inmigrantes que quedaron en medio de la
nada, era un poco nostálgico. Ya en tierra mexicana y en un ambiente de paz la
gente te cuenta historias de los inmigrantes, esas que dicen como las mujeres
inmigrantes se preparan psicológicamente para ser violadas y toman
anticonceptivos antes de iniciar el viaje, o aquellas donde el narcotráfico atrapa
a los inmigrantes y los somete a sus filas, o donde el crimen organizado los
secuestra y contactan a sus familias para negociar su liberación (generalmente
unos 3000 dólares), o de los que mueren cruzando el Rio, o de los que mueren
por picaduras de serpientes, o de los que son asesinados y nunca más se vuelve
a saber de ellos, o de los que son absorbidos por las pandillas en contra de su
voluntad.
Una realidad presente en nuestros países
hermanos, y que los panameños estamos propensos a vivir si las condiciones se
siguen empeorando
Aquí algunas referencias:
Comentarios
Publicar un comentario